Melty Blood Beta

miércoles, 10 de febrero de 2010

Tulpa - El Elemental Artificial Tibetano


La creación de los Tulpa no tiene punto de comparación con la creación de elementales artificiales del espiritismo occidental, ya que se dice para crearlos no se necesita la presencia de un espiritista o médium ayudando a las creación.

Alejandra David Neel cuenta que fue testigo de la creación uno. En una de estas ocasiones, vio aparecer el "doble " exacto del hombre que realizaba el experimento y pudo incluso tocarlo. La forma que se originó tenía, sin embargo, poca consistencia Y se desvaneció poco a poco.

Y así mismo logro ver varios seres mas de este tipo por diferentes lugares, creando en ella la necesidad de investigar hasta encontrar una respuesta y mas aun poder hacer uno el lamismo. Después de algunos meses de intensa concentración, logró hacer aparecer un personaje que, según su relato, también fue visto por testigos, Pero su espíritu poco experimentado le hizo perder el control de su creación, por lo que su aspectos se fue modificando basta llegar a ser en extremo inquietante. Con gran esfuerzo, lo alejo y desapareció para siempre.

Pero, según dicen los tibetanos, a veces sucede que la aparición sigue existiendo por sí misma y lleva una vida independiente de su creador..


¿Alucinación o realidad?


Lo primero que viene a la mente de los occidentales es que la forma física llamada tulpa por los tibetanos es el producto de una simple alucinación. Pero habría que creer que esta alucinación es colectiva, puesto que, en muchos casos, la tulpa es vista no solamente por quien la origina, sino también por los que lo rodean. En el mismo mundo tibetano se interpreta la tulpa de distinta manera. Para algunos Lamas es una forma física cuya existencia es incontestable, lo que significa que el espíritu es capaz de suscitar formas físicas. Para otros, sin embargo, el pensamiento de quien ha creado una tulpa se impone sobre los otros y logra hacerles ver lo que él mismo percibe, en cuyo caso la creación de una tulpa es más bien el efecto de una fuerte sugestión.

Fantasmas dicen algunos que describen la manera como los tibetanos, realizan estas apariciones, que se dice que se producen durante trances espiritistas.

Sin embargo, la práctica es considerada como peligrosa para cada uno de los que no se ha alcanzado un alto grado mental y espiritual de la iluminación y no es plenamente consciente de la naturaleza de las fuerzas psíquico en el trabajo en el proceso.

Una vez que el tulpa está dotada de vitalidad suficiente para ser capaz de desempeñar el papel de un verdadero ser, que tiende a liberarse del control de su realizador. Esto, dicen los ocultistas tibetano, que pasa casi mecánicamente, al igual que el niño, cuando su cuerpo está completo y puede vivir aparte, deja su el útero de su Madre. A veces, el tulpa se convierte en un hijo rebelde y un siniestro, y se pueden dar luchas entre los magos y sus criaturas, y el mago puede salir herido gravemente o incluso muerto por este último.

Tibetano hechiceros también se refieren casos en los que el tulpa es enviado a cumplir una misión, pero no obedece y persigue sus peregrinaciones como un medio consciente, maliciosa peligroso. La misma cosa, según se dice, puede suceder cuando el fabricante de la tulpa muere antes de haber disuelto. Sin embargo, como regla general, el fantasma desaparece de repente, ya sea por la muerte del mago o desaparece gradualmente como un cuerpo que perece por falta de alimentos. Por otro lado, algunos tulpas están expresamente destinadas a sobrevivir a su creador y están especialmente formado a tal efecto.

Debemos darle crédito a estas materializaciones?? o debemos rechazar todos ellos como simples salvajes y fantásticos productos de la imaginación?

No obstante, lo que permite una gran cantidad de exageración y sensacional Además, difícilmente puede negar la posibilidad de visualizar y animar un tulpa

Pero lo que más le desconcertó, fue averiguar la existencia de los famosos tulpas o efigies, que son figuras visibles, incluso tangibles, creadas por la imaginación de lamas iniciados. Impactada por los extraños logros se decidió a crear un tulpa o efigie propia; tras meses de meditación profunda apareció un monje bajo, gordo y bondadoso que iba y venía en forma intermitente durante los viajes de la antropóloga. ¿Era una entidad holográfica, sin masa, fotónica? Extrañamente este tulpa había tomado vida, su materia seguramente psicoide, como dijera Carl Gustang Jung

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